Trabajar con los Ángeles: Paso Cuatro

4. Recita tus oraciones y decretos cada día


Los ángeles siempre están a nuestra disposición. Pero nosotros no siempre sabemos cómo llegar a ellos.

La mejor forma de estar seguros de que responderán cuando les llames es recorriendo con mucha frecuencia el camino que erijas desde tu corazón hasta el suyo a fuerza de comulgar con ellos a diario. Y la mejor manera de hacerlo es estableciendo una sesión diaria de oraciones. No tiene que ser larga: comenzar con cinco minutos basta.

Miguel, mecánico de oficio, afirma que los ángeles le ayudan en todo momento y que recitar decretos cada día le permite estar en su misma longitud de onda. «Estoy más en armonía con ellos», comenta. Cuando decreta diariamente sabe que estos seres contestarán al instante cada vez que pida ayuda. Dice que suelen mostrarle en menos de quince segundos las piezas que se le han perdido y también le ayudan a detectar problemas con los vehículos.

Si rezas a diario, no sólo te ayudas a ti sino además a personas que ni siquiera conoces. Los ángeles buscan a individuos que invoquen con regularidad la luz de Dios a fin de que sean sus socios en la curación del planeta. En cuanto los encuentran, dirigen la luz a través de ellos para ayudar a quienes se hallan en situación de riesgo de contraer enfermedades, de ser víctimas de delitos graves o desastres naturales. Por ello tus oraciones diarias pueden ser muy determinantes.